No estaría mal poder ir a trabajar remando y dejar el bote candado a la misma puerta de la oficina. Esto es lo que pudieron hacer hace 50 años en la localidad australiana de Mannum, tras sufrir una de las mayores inundaciones de su historia.
Recientemente, en octubre, celebraron un acto conmemorando este hecho y reunieron a algunos de los remeros del Mannum Rowing Club que habían remado por las calles del pueblo.
La verdad, como noticia me parece un poquito insustancial, pero la foto me gusta. La duda es si en estos casos habría que hacer caso a las normas de tráfico o a las de navegación.
Un saludo y feliz añ0
Vía: World Rowing
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